Thandiwe Adjewa Newton (n. en Londres, Inglaterra, 6 de noviembre de 1972) es una actriz británica.
HBO hace un remake muy interesante de la película Westworld con una producción verdaderamente colosal que se puede apreciar desde el opening, demostrando que Game of Thrones
no es el único As que tiene bajo la mando, sino que es una carta más de
su poker de ases. Para los que no conocieron esta película de 1973 de Michael Crichton,
la serie nos habla de un parque de diversiones del futuro donde por
medio de androides muy avanzados recrean el Viejo Oeste para quienes
puedan pagar el precio.
Pero este no es un parque común y corriente, ya
que vas a un auténtico pueblo en el desierto y donde puedes hacer lo que
quieras con sus habitantes, si lo que quieras, desde tener un amorío
con la virginal hija del granjero, hasta las más alocadas orgías y
bacanales, pero si esto no te impresiona, también puedes matar a todos
de las formas más violentas posibles sin consecuencia alguna, ya que
estos organismos cibérneticos están programados para no atacar a los
seres humanos.
El personaje de Maeve en Westworld, interpretado por Thandie Newton,
es otro de los robots que inicia un “despertar” en el parque que centra
la trama, de modo que la actriz ha hablado de su personaje y de una
escena en concreto, muy comentada entre los espectadores.
En el episodio, llamado “Chestnut“, Maeve
aprendió una técnica secreta para ayudar con sus pesadillas y acabó
despertando en el mundo real y en una mesa de operaciones, justo en
mitad de un procedimiento quirúrgico. Volviéndose loca, escapó desnuda
del quirófano y de unas salas llenas de cuerpos antes de ser capturada
de nuevo.
“No es sólo una de las peores cosas imaginables?” ha comentado Newton a The Hollywood Reporter sobre la desgarradora escena,
“Está a la altura de despertar enterrada en un ataúd. Es una de esas
cosas horribles que espero que nunca me sucedan: Estar en mitad de la
operación y despertar. Su despertar fue el resultado de un descuido de
los expertos, ya que no están tratando con seres humanos reales “.
Newton compara la escena a la pena de muerte,
diciendo: “He leído mucho sobre la pena de muerte y la forma de barbarie
que es. Cada vez que leo acerca de alguien que ha sido ejecutado, se
trata de una ejecución fallida, y sucede una y otra vez. Se supone que
debe haber una manera humana de morir. Esa es la cuestión. Se supone que
debe ser humano “.
“Siento que la palabra” humana “necesita ser replanteado muy en
serio” añade la actriz.”Aunque eso suponga que es nuestro estándar para
el bien y la ética, el que tenemos que cambiar”.
Después de su despertar Maeve escucha a los
cirujanos hablando en términos vulgares. “Tenemos la capacidad
como humanos de tener y no tener empatía” Newton explica, “Estamos
hartos de tantos estímulos visuales, y estamos en el punto en que
tenemos que saber si es real o no. Podemos encontrarnos viendo una
ejecución horrible en la televisión, y se podría pensar que se trata de
ficción, y como resultado, uno no sentiría nada “.
Y añade: “Pero si se dice que es real, que en realidad es una cosa
real que acabas de ver, entonces, ¿qué? Se siente preocupación por lo
que ha pasado? Hemos sido programados, y estamos siendo actualmente
programado, para apagar nuestra sensibilidad. La sensibilidad es una de
las cosas que nos mantiene vivos. Nuestra sensibilidad al ruido, nuestra
sensibilidad al peligro … estamos apagados. Esperemos que nunca nos
encontremos en una situación en la que tengamos que tener ojos y oídos
en alerta porque algo malo esté pasando y tengamos que cuidar de
nosotros mismos “.
La actriz valora mucho el trabajo de los showrunners de la serie, Jonathan Nolan y Lisa Joy
y su visión sobre el mundo violento que plantean. “Cuando te das cuenta
de que las personas que participan en la serie se preocupan mucho, que
realmente se preocupan por los robots y los personajes y la humanidad, y
es por eso que resulta tan revelador”, comparte, “Puedes estar en la
oscuridad de la red durante dos minutos y verías mierda que haría que
Westworld parezca una fiesta de té con Clifford el gran perro rojo “.
“¿Sabes lo que pasa en el mundo? ¿Comprendes porque tienes que hacer
cola para tener tu maldito iPhone 7? ¿Comprendes el costo de otras
personas en el mundo? ¿Crees que estos robots están siendo tratados mal?
Mira lo que está pasando en el mundo real porque tu realidad está
ligada a la realidad de cualquier otro ser humano “, añade.
Tienes un muy dramático segundo episodio en el que estás mucho tiempo desnuda. ¿Tuviste reservas sobre esas escenas?
Estoy desnuda la mayor parte del tiempo en el show, pero lo cuido y me siento calmada al respecto, porque no hacen zoom a los detalles y no es nada excitante. He estado en shows en los que uso ropa y me siento más expuesta, más explotada como mujer. Me he rehusado a quitarme la ropa en otros shows. En éste, para hacer un comentario, tienes que ver la desnudez.
Hacia el final del segundo capítulo de Westworld, Maeve Millay, madama
de un prostíbulo, interpretada por Thandie Newton, despierta de una
pesadilla y descubre que unos tipos, vestidos con guardapolvos, la está
operando. En su abdomen hay sangre, sí, pero muy pocos tendones; salen
de su interior cables que hacen cortocircuitos. Aterrada por no estar
donde debería estar (¿no era todo esto un bar en el viejo oeste
norteamericano?), se escapa de los “médicos” enarbolando un pequeño
escalpelo a modo de defensa. Desnuda, corre como puede por extensos
pasillos de un lugar extraño, oficinas futuristas si es que el futuro
tecnológico existió para la mente de un viejo colono de 1880. Hacia el
final del pasillo hay una caja de vidrio. Adentro, unos hombres
manguerean unos cuerpos apilados con expresiones pausadas de maniquíes
como una imagen trucada del Holocausto. Alguien le toca la oreja, y su
cuerpo se desvanece. Los dos médicos, o ingenieros en sistemas, la alzan
y la llevan nuevamente a la camilla.
Maeve Millay descubre lo que los espectadores ya sabemos desde el primer
momento: Westworld es un parque temático para las clases acomodadas de
una sociedad invisible. Allí, no solo se puede respirar el viejo oeste
norteamericano, o mejor dicho, sus estereotipos televisivos, sino, más
importante y razón por la cual es famoso en el mundo (y en su precio) se
pueden concretar las fantasías masculinas: tener sexo con quien se
quiera y matar a otra persona sin ser juzgado por la Ley o por la
conciencia. En su maqueta de sueños programada para los “visitantes”,
sus diálogos guionados por un departamento llamado “Narrativa” y las
leyes morales aplicadas en algún lugar de sus CPUs cerebrales, los
androides despiertan cada día como si el día anterior no hubiera tenido
lugar, como si los asesinatos o las aberraciones que los humanos hacen
con ellos día a día no fuese más que una pesadilla, un día de la marmota
continuo en donde despiertan frescos, fortalecidos y esperanzados para
que un nuevo visitante pueda hacer con ellos lo que le venga en gana.
http://blogs.lanacion.com.ar/series/recomendados/westworld/
http://www.bolsamania.com/seriesadictos/2016/10/10/thandie-newton-defiende-la-violencia-de-westworld-tras-la-emision-del-segundo-episodio/
http://www.cinepremiere.com.mx/westworld-thandie-newton-entrevista-60964.html
http://cinescopia.com/westworld-el-verdadero-western-del-ano/2016/10/
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-11879-2016-10-27.html
https://www.youtube.com/channel/UCAsP4Y8DOHFpc5jw1ikl8NA/videos
http://www.zoy.com/zorg/category/thandie-newton/
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Maeve
Etiquetas:
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Thandie Newton,
TV Shows,
Westworld
Carinela y el pirulín
Carinela - Melabi (Nov 7, 2016) - JPEG - 5616x3744px - 127X - 185.07 MB
http://depositfiles.com/files/hu3un5s47
http://ul.to/70kovs4p
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https://www.coedcherry.com/models/carinela-met-art
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https://www.nude-gals.com/model_page.php?model_id=1743
http://peachy18.com/t/carinela-met-art-447965.aspx
https://www.sexart.com/model/carinela/
http://www.planetsuzy.org/t840648-carinela.html
La mandarina del año: The Donald
Trump es conocido como The Donald, un apodo que le popularizó en una entrevista su esposa Ivana, nacida en la República Checa.85
La madre de Trump, Mary Anne, nació en 1912 en Tong en la isla de Lewis, en la costa de Escocia. En 1930, con 18 años, en unas vacaciones en Nueva York, conoció a Fred Trump y se quedó en esa ciudad.
Trump nació en Queens, New York,86 y tiene cuatro hermanos: Fred, Jr. (fallecido), Robert S. Trump, Maryanne y Elizabeth. Su hermana mayor, Maryanne Trump Barry, es jueza federal de una corte de apelaciones.
En 1977 Trump se casó con Ivana Zelníčková, con quien tuvo tres hijos: Donald, Jr. (31 de diciembre de 1977), Ivanka (30 de octubre 1981) y Eric (6 de enero de 1984). El matrimonio se divorció en 1992.
En 1993 se casó con Marla Maples, con quien tuvo una hija, Tiffany (13 de octubre de 1993). Se divorciaron el 8 de junio de 1999. En febrero de 2008 en una entrevista en el programa Nightline, Trump comentó sobre sus ex-esposas: "Sé que competir es muy difícil para ellas [Ivana y Marla] porque amo lo que hago, de veras lo amo."
El 22 de enero de 2005 se casó con Melania Knauss (nacida en Eslovenia), en Palm Beach, en Florida.87 Melania tuvo un hijo llamado Barron William Trump, el quinto de Trump, el 20 de marzo de 2006.88 89
Trump tiene ocho nietos: cinco de su hijo Donald Jr. (Kai Madison,90 Donald John III,91 Tristán Milos,92 Spencer Frederick y Chloe Sophia) y tres de su hija Ivanka (Arabella Rose, Joseph Frederick y Theodore James).93 94 95
Trump es presbiterano.96 En una entrevista en abril de 2011, en el programa 700 Club, dijo, "soy protestante, soy presbiterano. He tenido una buena relación con la Iglesia Cristiana. Creo que la religión es algo maravilloso. Creo que la mía es una maravillosa religión."97 98
Sobre la conversión de su hija Ivanka al judaísmo dijo sentirse orgulloso: "No solo tengo nietos judíos, tengo una hija judía y estoy muy orgulloso por eso".99
Ocurrió lo impensable. Visto desde el resto de planeta tierra, los estadounidenses han sucumbido al suicidio político colectivo.
Estaban ahí en lo alto de Trump Tower mirando para abajo, contemplando tirarse. Oyeron a los que les rogaban que no lo hicieran pero no les hicieron caso. La locura se impuso a la razón. Se dio el salto al vacío. El delirio se ha hecho realidad.
Trump en el ala oeste de la Casa Blanca será, en el mejor de los casos, un Cantinflas interpretando el papel de Calígula en una versión moderna del declive y caída del imperio. En el peor, representa una amenaza para la estabilidad mundial.
Antes incluso del resultado electoral, ante la mera posibilidad de que el bufonesco magnate neoyorquino pudiese ganar las elecciones, el resto del mundo miraba Estados Unidos con una mezcla de risa y pavor.
Una historia en The New York Times del lunes contaba que el régimen iraní había roto con su tradición de censura y permitido transmitir en directo en la televisión estatal los debates entre Trump y Hillary Clinton durante la campaña electoral. El Gran Satanás, calculaba, se ridiculizaba solo.
A la misma conclusión habrán llegado hoy los políticos y demás habitantes de la mayoría de los países del mundo. Pero pocos ahora se van a reír. En Estados Unidos buena parte de la nación llorará: entre ellos muchos de los que tienen un nivel educativo más alto de la media, de los que saben distinguir entre los hechos y las mentiras, de los que se interesan por lo que ocurre fuera de sus fronteras, sin excluir a varios altos mandos del partido republicano que Trump en teoría representa. El desconsuelo será tremendo; la división dentro del país, abismal; la herida social que se ha abierto, imposible de cicatrizar a corto plazo.
La victoria de Trump es, entre otros horrores, una victoria para la supremacía blanca. Se sentirán incómodos o vulnerables en su país los negros, los hispanos y los musulmanes.
Los analfabetos políticos que votaron a Trump han caído en lo que la historia juzgará como un acto de criminal irresponsabilidad hacia su propio país y, aunque pocos de ellos lo entenderán, hacia el mundo entero. Que una nación tan próspera con una democracia tan antigua haya cometido semejante disparate pone en cuestión como nunca la noción sagrada en Occidente de que la democracia representativa es el modelo de gobierno a seguir para la humanidad.
Con la victoria de Trump nos encontramos de repente sin brújula en tierra desconocida. El electorado estadounidense ha preferido un narcisista ignorante, vulgar, racista y descontrolado como presidente a una mujer seria, inteligente y capaz como Clinton. Ha puesto a un loco a cargo del manicomio: lo cual daría risa si uno no se parara a pensar que el manicomio en cuestión es la potencia nuclear número uno del mundo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Donald_Trump
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/09/actualidad/1478668003_908217.html
http://elpais.com/autor/john_carlin/a
La madre de Trump, Mary Anne, nació en 1912 en Tong en la isla de Lewis, en la costa de Escocia. En 1930, con 18 años, en unas vacaciones en Nueva York, conoció a Fred Trump y se quedó en esa ciudad.
Trump nació en Queens, New York,86 y tiene cuatro hermanos: Fred, Jr. (fallecido), Robert S. Trump, Maryanne y Elizabeth. Su hermana mayor, Maryanne Trump Barry, es jueza federal de una corte de apelaciones.
En 1977 Trump se casó con Ivana Zelníčková, con quien tuvo tres hijos: Donald, Jr. (31 de diciembre de 1977), Ivanka (30 de octubre 1981) y Eric (6 de enero de 1984). El matrimonio se divorció en 1992.
En 1993 se casó con Marla Maples, con quien tuvo una hija, Tiffany (13 de octubre de 1993). Se divorciaron el 8 de junio de 1999. En febrero de 2008 en una entrevista en el programa Nightline, Trump comentó sobre sus ex-esposas: "Sé que competir es muy difícil para ellas [Ivana y Marla] porque amo lo que hago, de veras lo amo."
El 22 de enero de 2005 se casó con Melania Knauss (nacida en Eslovenia), en Palm Beach, en Florida.87 Melania tuvo un hijo llamado Barron William Trump, el quinto de Trump, el 20 de marzo de 2006.88 89
Trump tiene ocho nietos: cinco de su hijo Donald Jr. (Kai Madison,90 Donald John III,91 Tristán Milos,92 Spencer Frederick y Chloe Sophia) y tres de su hija Ivanka (Arabella Rose, Joseph Frederick y Theodore James).93 94 95
Trump es presbiterano.96 En una entrevista en abril de 2011, en el programa 700 Club, dijo, "soy protestante, soy presbiterano. He tenido una buena relación con la Iglesia Cristiana. Creo que la religión es algo maravilloso. Creo que la mía es una maravillosa religión."97 98
Sobre la conversión de su hija Ivanka al judaísmo dijo sentirse orgulloso: "No solo tengo nietos judíos, tengo una hija judía y estoy muy orgulloso por eso".99
Estaban ahí en lo alto de Trump Tower mirando para abajo, contemplando tirarse. Oyeron a los que les rogaban que no lo hicieran pero no les hicieron caso. La locura se impuso a la razón. Se dio el salto al vacío. El delirio se ha hecho realidad.
Trump en el ala oeste de la Casa Blanca será, en el mejor de los casos, un Cantinflas interpretando el papel de Calígula en una versión moderna del declive y caída del imperio. En el peor, representa una amenaza para la estabilidad mundial.
Antes incluso del resultado electoral, ante la mera posibilidad de que el bufonesco magnate neoyorquino pudiese ganar las elecciones, el resto del mundo miraba Estados Unidos con una mezcla de risa y pavor.
Una historia en The New York Times del lunes contaba que el régimen iraní había roto con su tradición de censura y permitido transmitir en directo en la televisión estatal los debates entre Trump y Hillary Clinton durante la campaña electoral. El Gran Satanás, calculaba, se ridiculizaba solo.
A la misma conclusión habrán llegado hoy los políticos y demás habitantes de la mayoría de los países del mundo. Pero pocos ahora se van a reír. En Estados Unidos buena parte de la nación llorará: entre ellos muchos de los que tienen un nivel educativo más alto de la media, de los que saben distinguir entre los hechos y las mentiras, de los que se interesan por lo que ocurre fuera de sus fronteras, sin excluir a varios altos mandos del partido republicano que Trump en teoría representa. El desconsuelo será tremendo; la división dentro del país, abismal; la herida social que se ha abierto, imposible de cicatrizar a corto plazo.
La victoria de Trump es, entre otros horrores, una victoria para la supremacía blanca. Se sentirán incómodos o vulnerables en su país los negros, los hispanos y los musulmanes.
Los analfabetos políticos que votaron a Trump han caído en lo que la historia juzgará como un acto de criminal irresponsabilidad hacia su propio país y, aunque pocos de ellos lo entenderán, hacia el mundo entero. Que una nación tan próspera con una democracia tan antigua haya cometido semejante disparate pone en cuestión como nunca la noción sagrada en Occidente de que la democracia representativa es el modelo de gobierno a seguir para la humanidad.
Con la victoria de Trump nos encontramos de repente sin brújula en tierra desconocida. El electorado estadounidense ha preferido un narcisista ignorante, vulgar, racista y descontrolado como presidente a una mujer seria, inteligente y capaz como Clinton. Ha puesto a un loco a cargo del manicomio: lo cual daría risa si uno no se parara a pensar que el manicomio en cuestión es la potencia nuclear número uno del mundo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Donald_Trump
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/09/actualidad/1478668003_908217.html
http://elpais.com/autor/john_carlin/a
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