La mujer siempre fue comparada con animales; en la antigüedad se creía que se convertían en gatos. Hoy Playboy las llama “conejitas”. También se les dice “tigresas” “leonas”, “mariposas”, “vacas”, “chanchas”, “perras”.. . Y ahora la última moda –copiada–: “yegua”. ¡Qué yegua!
La forma despectiva de referirse a las mujeres, apoyado totalmente por aquellas que ganan dinero con sus cuerpos, choca contra las que aspiran a otras metas. Porque otras mujeres también existen, y no les interesa quedar flotando en siliconas ni exhibirse como un objeto. Creo que la lógica no es muy complicada, si la mujer “decide” ser objeto no espere que después se la trate o piense de otra manera. Opciones de vida, como dice la cantinela de las feministas burócratas.
Fíjense cómo provoca sensaciones ser comparados con animales. Si nos llaman “leonas” por defender a nuestros hijos, quién no se alegra. “Cucaracha” ya cambia la cosa. Una vez escuché un chico a la salida de la escuela “¡Uy, acaban de tirar Mapex, salieron todas las cucarachas”. Cierto, algunas adolescentes hoy con sus uniformes subidos, sus pelos teñidos y maquillaje mal puesto, parecen más cucarachas que chicas pensando en el estudio; ni qué decir cuando se agarran a trompadas, allá lejos quedaron las graciosas gacelas.
Ahora, esto de “yegua” sí que está para el comentar, hace unos años hubiera significado rebelde, salvaje, maleducada, ¿y hoy qué quiere decir? ¿Hay que demandar al hombre por maltrato y acoso sexual?
Ellos también tienen lo suyo, “sos un toro” cuando son fuertes, bien cumplidos. “Es un sapo” cuando no es el príncipe esperado, “es un pulpo”, “sanguijuela”, cuando está demasiado enamorado…
“La mujer y las flores son parecidas/ mucha gala a los ojos/ y al tacto las espinas”, decía delicadamente Espronceda, herido seguramente por alguna dama.
Hoy la poesía es una desconocida, mancillada por aquellos que ignoran su poder.
El maravilloso amor fue raptado por el reguetón:
-“…y que terminemos como dos animales/ pueda que me veas como a un invertebrado/ soy la cazadora y tu eres mi venado” (Shakira)
- “Si mamita yo soy como Bambi, tu venadito, dale, cállate, y ponte de ladito…” (René)
A muchos antes les molestaba cuando se les ponían nombres de personas a los animales, ahora ¿quién debería ofenderse? Los animales son una lección constante de equilibrio y belleza, lástima que no los miramos ni aprendemos de ellos. Y cada vez más gente en su actual locura de soledad o frustración intenta convertir al animal en persona.
Dejemos a los animales en su lugar y ojalá nosotros, los “privilegiados racionales”, reencontremos el nuestro. Las comparaciones literarias, cuando son dichas públicamente tienen que tener una autoregulación, o si no de nada sirve la libertad de expresión que cada día se reclama.
No hay cura
Un sacerdote de la ciudad de La Plata fue condenado
por el INADI después de que en su programa de televisión por cable haya
discriminado al sexo femenino. Además, trató de "putas" a las bailarinas que participan en ciclos de la pantalla chica.
Un cura de La Plata fue condenado por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) por sus dichos discriminatorios hacia un grupo de mujeres, que fueron emitidos en un programa de televisión por cable. La medida también alcanzó a la empresa Cablevisión.
La pena consiste en dar a conocer la resolución del organismo nacional y prohibir la emisión de mensajes con contenidos discriminatorios, degradantes o difamantes. Un video publicado por el sitio Diagonales.com permitió que avance la denuncia, presentada por la madre de Plaza de Mayo, Adelina de Alaye; una hermana de la plaza, Martha Ungaro, y el defensor oficial de menores de La Plata, Julián Axat.
El presbítero de la arquidiócesis de La Plata, Raúl Anatoly Sidders, fue acusado de discriminar en su programa, que emite un canal platense. Entre otras cosas, calificó de "loquitas" y "yeguas" a mujeres militantes de género y de “putas” a bailarinas de televisión.
Sidders fue capellán en Gendarmería Nacional y es apadrinado por Monseñor Héctor Aguer. Mientras cumplía funciones de presbítero en el colegio San Vicente de Paul, de la ciudad de La Plata, durante el período 2010-2011, tenía un espacio pagado por la curia local en el canal Somos La Plata, perteneciente a la firma Cablevisión. Se llamaba “Ave María Purísima”, y se emitía los sábados al mediodía.
En el pedido de intervención al INADI, los denunciantes incorporaron como prueba al menos cinco fragmentos de su programa, entre los que se cuenta uno en el que discrimina al titular de la CGT, Hugo Moyano, a quien califica como un “negro de pelo duro”, y compara al Che Guevara y la Madre de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini con el genocida Emilio Massera.
También incorporaron el inicio del programa del 3 de diciembre de 2011, en el que el presbítero se refiere a un grupo de mujeres que reclamaba contra la violencia de género como “cuarenta o cincuenta loquitas que estudian periodismo en la facultad de La Plata”, y luego directamente como “las yeguas estas”.
A raíz de la denuncia, fueron levantadas todas las imágenes que se podían ver en YouTube, donde el cura se explayaba sobre distintos temas con la presencia de niños a su alrededor, expresándose en términos xenofobos, sexistas y procesistas. El INADI sólo pudo relevar uno de los programas, en el que el sacerdote se refiere a las jóvenes universitarias de La Plata.
Chupate esa mandarina !!!
http://laoveja100.wordpress.com/2011/05/24/mujeres-yeguas/
http://www.cronica.com.ar/diario/2013/07/31/52175-cura-trato-de-yeguas-y-pu...-a-las-mujeres.html
http://www.transversealchemy.com/2014/06/0.html
http://www.unosantafe.com.ar/contenidos/2013/07/30/noticia_99970035.html
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